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Foto del escritor Charo De Sousa C.

Dibujando mi monstruo...a mi me sirvió.



Hola de nuevo, aquí sigo escribiendo para darte más herramientas y esta vez quiero compartir contigo un ejercicio que me sirvió mucho! Y espero que a ti también…

Estando en una clase de constelaciones familiares, hicimos una meditación donde fuimos guiados hasta que recordáramos una etapa de nuestra infancia…

¿Y tú dirás para qué?

La idea es que recordaras en tus primeros 7 años de vida que te ocasionaba temor, donde te escondías y que más hacías…

Pues bien…yo recordé que le tenía un miedo terrible a una maestra que entre otros severos castigos, nos obligaba a dormir después de comer (yo estaba en un colegio semi-interna) y si no lo hacías te pegaba unos pellizcos que ni te cuento… y claro está, yo sufrí unos cuantos de ellos, hasta que opte por hacerme la dormida…menos mal que solo era por unos 30 minutos si no recuerdo mal. Esto hizo que a mí no me gustara ir al colegio…lo odiaba, recuerdo que me escondía en el armario, pretendiendo que mi mamá no me viera y así no ir a clases…jajaja que ilusa…bueno niña al fin… entonces desarrolle un mal hábito alimenticio….es decir no quería comer…solo los fines de semana…claro está, allí en casa no estaba la malvada monja que pellizcaba. En consecuencia empecé a perder kilitos y por supuesto un desgano a estudiar, porque en mi mente relacionaba la siguiente ecuación:

Monja+castigos+pellizcos+comida= Colegio

Al principio mi mamá no me creía mucho, pensó que era solo un capricho mío o flojera de mi parte, hasta que vio mi apatía por ir a clases más mi pérdida de peso. Para concluir esta parte, por supuesto ella fue al colegio…puso una reclamación y a mí me cambiaron de sesión…uuuff que alivio…

Volviendo al punto que de interés con respecto al ejercicio…

Ya una vez identificado la emoción…el miedo a hacer lo que no quería…a sentirme obligada a determinada imposición y al no ser escuchada por mis padres…pase a la segunda parte del ejercicio… que es el siguiente: nos pidieron que dibujáramos nuestro miedo, le diéramos forma de monstruo y le pusiéramos un nombre… mi monstruo se llama Mister Magilla, así lo pinte como un gorila muy grande, claro está desde mi percepción de niña de 7 años…recuerdo que este ejercicio me hizo brotar unas cuantas lagrimas y pude observar que de mis compañeros también salían unas cuantas…enfrentar los miedos a cualquier edad da un poquito de susto…pero recordar uno no resuelto de tu infancia hace que el corazón se arrugue un poco.

Ahora te comparto la última parte de este ejercicio…

Tuvimos que hacer un ejercicio de visualización, allí nos imaginábamos que el monstruo venia hacia nosotros, pero esta vez, nos quedábamos firmes, y le decíamos: ya te veo, estas aquí de nuevo, sé que vienes a atemorizarme, te reconozco…pero esta vez no tomaras el control, Soy Yo…y Solo Yo la que tiene el poder de asumir mis propias decisiones… y vas imaginando que él se va retirando y al hacerlo se va encogiendo…hasta que se ponga muy chiquitico…

Es importante tener en cuenta que puedes hacer este ejercicio cada vez que te enfrentes a un miedo, (ya identificado previamente) visualizar que se vuelve pequeño lo que te impide hacer algo en determinado momento o circunstancia es muy útil para que puedas vencerlo.

¿Te gustaría tener esta herramienta a tu alcance? Si tu respuesta en SI….pero no sabes cómo hacer la meditación, o por si tienes cualquier duda nos ponemos a tu servicio y así poderte orientar para que lo puedas hacer.

Hasta un próximo reencuentro…

Un abrazo consentido


Charo De Sousa.

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