Hola…que bueno es poder seguir reencontrándonos, esta vez quiero compartir con ustedes una experiencia que tuve cuando estaba en una de las formaciones que hice…
Esta vez fue un ejercicio bastante fuerte, pero que me trajo mucha reflexión y sobre todo mucha claridad…
Y ya sabrás porque…
Teníamos que hacer una actividad, previamente nos pidieron que lleváramos unas tiras de yeso…realmente no tenía ni idea para que lo íbamos a utilizar…pues bien, llego la hora y nos pidieron que escogiéramos un compañero. Al escuchar las directrices de dicha actividad, entre otras cosas, nos aclararon que este ejercicio había que hacerlo en completo silencio y respetando el proceso de cada quien…
Aquí voy …El ejercicio consistía en hacerle una máscara al compañero que te había tocado…previo a esto realizamos una meditación para entrar en el espacio amoroso y sobretodo contactar con nuestra paz, y el momento presente…ya estando lista, empezamos… A mí me toco primero dejar que mi compañera Mary me hiciera la máscara…con todo respeto así lo hizo (de nuevo muchas gracias, por tanto amor compartido). Fue colocando una por una las tiras empapadas con agua previamente…a medida que las ponía iba experimentando nuevas y distintas sensaciones…algunas algo incomodas. Pero la tira que la boto de home run fue la que me puso en la boca… allí empecé a tener como un estado de ansiedad, me sentí muy incómoda, luego sentí unas ganas inmensas de llorar…y enseguida me vino a mi mente todo lo que he callado…y más aún todo lo que las mujeres de mi familia callaron…no recuerdo exactamente cuánto tiempo estuve así….sintiendo el peso que trae consigo el no hablar, el no expresar tus sentimientos o forma de pensar…con todo eso que se me movió tan profundamente, solo me quedo agarrar mi cuaderno de vaciado (es un cuaderno donde escribes todo tus sentimientos, donde vacías todo lo que llevas dentro) y empezar a escribir tan tsunami vivido….dirás que exagerada…pero fue así que realmente me sentí…como si una fuerza muy poderosa me removiera todo por dentro…
Lo bueno es que después de la tormenta viene la calma…y con ella la reflexión y el accionar para que pueda haber un cambio…el cambio no fue de inmediato…me costó romper con esa cadena de silencio, esa condición que muchas veces fue impuesta, el de no hablar…eso de que “calladita te ves mejor” al que le di tanto poder. Realmente no sé cuántas de las mujeres de mi familia pasaron por eso…lo que si sé, es que yo también era muy dada a callar mis sentimientos y a expresar lo que realmente quería decir…
En ese cuaderno, recuerdo que describí un ejercicio de visualización, que había hecho previamente, donde me reencontraba con todas las mujeres de mi familia… (Había un mogollón), allí nos encontrábamos libres para expresar lo que queríamos, fue muy bonito ver a mi mamá, abuelas, bisabuelas, tías y demás mujeres que pertenecemos a un mismo clan. Nos abrazarnos…bailamos, nos reconocimos…. Sentí que ellas me lo agradecían…con una hermosa sonrisa… ¡fue espectacular! (no es vanidad). Cuando alguien rompe con una cadena de creencia, algo se ilumina en tu árbol genealógico.
Por ello te invito a mirar con mucho amor y respeto a tu árbol… en este caso no sé qué llevo las mujeres de mi clan a guardar silencio en determinadas circunstancia, a no expresar lo que realmente sentían. No estoy aquí para juzgar eso…claro está, hubo un primer acontecimiento que llevo u obligo a asumir dicha postura en ellas, estoy aquí para que desde mi ahora eso ya no sea una lealtad que me limite hacer libre…a expresar lo que siento y quiero.
En estos días vi por Facebook un video donde un musulmán hacia una oración para que su futura esposa fuera prudente, y que solo se le escuchara la voz cuando él le hiciera un pregunta…dicho ritual consistía en darle un golpe fuerte en la cabeza y meterle los dedos en la boca para sujetarle la lengua, mientras el recitaba la oración… Al verlo, de verdad entendí y agradecí mucho mas haber pasado por esta experiencia…por ese tsunami.
Sacando la religión, ya que respeto la ideología de cada quien y esta conversación no se trata de cuál es tu tendencia religiosa, sino del poder que le podemos dar a terceros, el callar nuestro sentimiento.
¿Estas tu pasando por algo similar, sientes que no expresas tus sentimientos con toda libertad y responsabilidad?
Si es así, busca la forma más idónea para ti salir de allí…no te calles…
Y te preguntaras…. ¿Charo y que hiciste con la máscara?
Al pasar unos días y solo cuando estuve lista la queme, junto a la carta que les hice a las mujeres de mi árbol y a mí misma...ya que el fuego transmuta toodoooo.
Sentí mucha paz….
Estoy aquí, si quieres compartir conmigo, si quieres hablar…yo te escucho.
Charo De Sousa C.
Grupo Terapéutico Panal del Sol.
Gracias, excelente post, pondré en práctica el ejercicio que recomiendas.